Internamente se prevé que sea difícil satisfacer la demanda de PlayStation 5 a nivel mundial y se estudian posibles soluciones.
A estas alturas del primer año de la nueva generación está resultando claro que PlayStation 5 es uno de los mayores éxitos de Sony y también uno de sus mayores problemas. La consola tuvo un sólido fin de año, pero a mediados de 2021 las cosas empezaron a complicarse debido a que semiconductores y componentes clave escasean, de modo que los sucesivos restocks no parecen dar abasto.
En Sony son conscientes de esto y a nivel interno se estima que será difícil cubrir la demanda el resto del año y parte del siguiente también. Durante la presentación de los resultados del último año fiscal, el jefe de finanzas de Sony, Hiroki Totoki, aseguró lo siguiente respecto de la actual situación del stock de PlayStation 5:
“No creo que la demanda se estabilice este año y aún asegurando producir mayor cantidad de unidades de PlayStation 5 el próximo año, nuestros stocks no serían capaces de alcanzar la demanda.”
En la medida que esta situación persista ya se plantean alternativas para asegurar que PlayStation 5 continúe en las tiendas con normalidad, entre estas se encuentra un posible rediseño de la consola que se ha estado rumoreando las últimas semanas y la contratación de otros proveedores de partes intentando mantener una calidad parecida a la actual.
Más allá de las dificultades, la consola ha probado ser lo que se esperaba de ella, consiguiendo vender 7.8 millones de unidades en sus primeros 6 meses; cifra con la que consigue el récord de la plataforma de videojuegos con las ventas más rápidas de la historia.