2 nuevos títulos del estudio de la antigua ZeniMax Media entre lo mejor de la presentación de Xbox de la presente Electronic Entertainment Expo.
Desde los últimos días de la Xbox One se venía viendo que Microsoft se colocaba como un competidor serio haciendo importantes mejoras a la consola, lanzando servicios como el popular Xbox Game Pass y por supuesto, comprando estudios para tener exclusivos fuertes. En este aspecto, Microsoft se aseguró todo un botín el año pasado tras la compra de Bethesda; conglomerado de desarrolladores que a pesar de las noticias sobre verdaderos símbolos de Xbox como son Halo Infinite y Forza Horizon, fue el gran protagonista con 2 anuncios de exclusivas para Xbox Series X y Game Pass.
Una de las principales inquietudes de los fans tras la unión de Bethesda con Xbox es el juego con el que arrancó la presentación. Tal como estaba previsto, en el turno de Microsoft en la E3 se dieron más detalles de Starfield, el cual como se sabe es un ambicioso RPG con elementos de exploración espacial que fue demorado varias veces y que ahora verá la luz como exclusiva de Microsoft, dando así una importante primera muestra de lo que se puede lograr con el apoyo de la compañía, aunque no sería lo único importante que veríamos de ellos, pues el siguiente anuncio de peso se dio al final.
Arkane Studios, uno de los principales equipos de Bethesda, presentó algo que en principio tenía una vibra similar a Deathloop, última de sus obras antes de la compra por parte de Xbox; sin embargo, el nuevo juego demostraría a los pocos segundos tener mucha identidad propia. En Redfall tenemos un juego en el que debemos combatir una invasión de vampiros y no muertos que atacan a montones y en el que para más adrenalina, podremos jugar en cooperativo.
Ambos títulos están planeados para 2022, pero del único que se tiene una fecha concreta es de Starfield, que saldrá a la venta el 11 de noviembre del próximo año.